Competencia desleal

La competencia desleal por parte de países terceros está desangrando a nuestro sector primario: un modelo familiar, social y fuertemente arraigado en el territorio que es fuente de riqueza y empleo en nuestras zonas rurales. Es el momento de actuar.
La competencia desleal por parte de países terceros es uno de los factores que está abocando a buena parte de las explotaciones españolas y europeas al cierre. La imposibilidad de competir con las mismas condiciones fitosanitarias, medioambientales, de bienestar animal o laborales con países terceros ha hecho que Europa haya perdido el 40% de sus granjas en los últimos 20 años.

Un ejemplo de esta competencia es Marruecos. En el caso del tomate, la importación europea procedente de Marruecos ha crecido un 42% en los últimos diez años desplazando a España como primer proveedor europeo. Poco a poco Marruecos y otros países terceros se están convirtiendo en la huerta y el granero de España y Europa.

Esta situación, entrada masiva de productos importados que no han cumplido los mismos estándares de producción y aumento de los costes de derivados de las normativas europeas y nacionales, están poniendo al agricultor y ganadero europeo en una situación límite.

Estamos poniendo en manos de multinacionales y terceros países aspectos fundamentales de nuestra alimentación. Es necesario asegurar nuestra soberanía y seguridad alimentaria. Es necesario defender el producto local y europeo para mantener vivos nuestros pueblos y paisajes. Es necesario que ciudadanos y consumidores sean conscientes de las diferencias entre las producciones europeas y las importadas. En definitiva, es necesario que de una vez por todas TODOS los productores, (europeos y extranjeros), jueguen con las mismas reglas.

El campo europeo no tiene miedo a la competencia, pero esta tiene que ser leal. Solo así productores y consumidores podrán seguir contribuyendo a mantener nuestro medio rural vivo. SOS Rural.