Las movilizaciones del sector agrícola se multiplican estos días por toda España ante una situación de hartazgo y desasosiego que, lejos de ir a menos, está poniendo en peligro la supervivencia del campo y, por consiguiente, de toda la sociedad. El desastre al que está asistiendo el sector primario español se resume en menos hectáreas de cultivo, menos cosechas y una consecuencia directa para todos los españoles: subidas constantes de los precios de los alimentos y descenso del consumo de frutas y hortalizas.